‘Hola pequeña. Ahora que tienes
toda la vida por delante, me gustaría que hiciéramos un trato. Quiero estar a
tu lado. Quiero estar muy carca de ti cada vez que el príncipe rescate a la princesa,
o cuando vuelvas a ‘tirar porque te toca’. Prometo no molestar. Quiero
acompañarte de noche, cada mañana, o en el próximo remanso de paz. Quiero verla
nacer, quiero verlos crecer, quiero estar en el nuevo mejor día de tu vida, con
tu nueva razón para existir. Quiero estar a tu lado, y a cambio poder decir: Te
di la vida.’